El nombre de Yolanda Ventos marcó un antes y un después en el basquetbol provincial. Su amor y pasión por el deporte al que conoció en su adolescencia perdura inalterable hasta hoy, a solo pocos días de haber cumplido 84 años. Como homenaje, en DATABasquet recorremos la extensa y vasta trayectoria de esta leyenda del basquetbol entrerriano que es un ejemplo de esfuerzo y vitalidad.
Su nombre completo es Norma Yolanda Ventos, nació en Concepción del Uruguay el 25 de junio de 1938, es hija de Rogelio Ventos y Dora Moreira, y hermana mayor de Olga, Antonio y Silvia. Su infancia transcurrió entre el barrio de los tanques, donde se encuentra el club Almafuerte, y el barrio del Puerto Viejo, que fue precisamente donde dio sus primeros pasos en el basquetbol. Es que con solo 12 años, mientras veraneaba en Paraná en casa de unos tíos, llegó a sus oídos que su hermana Olga y un grupo de chicas había comenzado a practicar basquetbol en el club Racing. Sin dudarlo emprendió el regreso a su ciudad y se sumo a ese grupo de jóvenes que practicaba bajo las ordenes del profesor La Nasa. Ya la pequeña «Yoli» había quedado poseída por un deporte que la acompañaría para siempre.
Ese entusiasmo y esas ganas le permitieron destacarse rápidamente y al poco tiempo ya integraba el equipo de primera de Racing con tan solo 15 años. Por entonces los clubes que contaban con planteles femeninos no eran muchos y la competencia se circunscribía solo a algunos partidos ante Rocamora, División Río Uruguay o Ramsar de Basavilbaso. Pero su presencia física y su talento no pasaban inadvertidos, y a los 18 años se incorporó al equipo de División Rio Uruguay, club que en 1973 se fusionó con el club Pescadores dando nacimiento a Parque Sur, donde «Yoli» siguió brillando. Para entonces no había dudas que se había convertido en la jugadora más desequilibrante y emblemática de la provincia.
En 1955 integró el seleccionado de Concepción del Uruguay que participó de la primera edición del Campeonato Entrerriano de Selecciones Mayores. Ese torneo se disputó en Villaguay y la tuvo a «Yoli» en un plantel que contaba con jugadoras más experimentadas, pero donde ella ya se destacaba y comenzaba a mostrar toda su jerarquía. Ese torneo significó su primera consagración provincial superando en la final al representativo de La Paz. Posteriormente llegaron los títulos en 1956 en Concepción del Uruguay y en 1957 en Concordia. En total fueron 14 títulos con el seleccionado de su ciudad en 25 participaciones en campeonatos entrerrianos de selecciones.
Ya afianzada junto a su hermana Olga y Silvia en los equipos de División Río Uruguay, Parque Sur y el seleccionado uruguayense, se le presentó la posibilidad de representar el seleccionado provincial. Junto al equipo entrerriano disputó varios Campeonatos Argentinos de Mayores, pero la trascendencia del certamen disputado en enero de 1962 en la ciudad de Concordia, donde el representativo provincial culminó en la 6ta. posición, le abrió la puerta a «Yoli» para incorporarse al seleccionado nacional. Y en mayo de ese año se produce finalmente su debut con la celeste y blanca, cuando fue convocada por el entrenador Juan Antonio Cejas al IX Sudamericano llevado a cabo en Paraguay, donde el conjunto argentino culminó en la 4° posición.
En 1964 se produce su estreno mundialista en la cuarta edición de dicho certamen que se desarrolló en Lima, Perú. El conjunto dirigido en esa ocasión por el legendario Alberto Trama finalizó en la 13° ubicación. En este torneo la uruguayense disputó los partidos ante Yugoslavia, Checoslovaquia, Corea del Sur y Paraguay, totalizando en 4 encuentros 1,5 puntos de promedio.
Luego estuvo presente en los Sudamericanos de Colombia en 1967 (5°), Chile en 1968 (3°) y el subcampeonato en la edición de 1970 disputada en Ecuador. Este torneo clasificó al seleccionado nacional al Mundial de Brasil del año siguiente, pero lamentablemente «Yoli» no concurrió a pesar de haber sido convocada a dicho certamen. Es que ella se encontraba culminando el curso de entrenadora en la ciudad de Paraná y la convocatoria coincidía con la etapa final del curso. Ella decidió priorizar su preparación como entrenadora y desistió de concurrir a su segundo mundial, por lo que de esa manera cerraba su ciclo de ocho años defendiendo la celeste y blanca.
A partir de allí no sorprendió verla cumplir el rol de jugadora y entrenadora, destacándose en ambas facetas gracias a su capacidad y a sus ganas de transmitir todo su conocimiento. Además sin descuidar su labor como profesora de educación física. Gracias a su carácter combativo, ella se fue haciendo camino en una época donde el espacio reservado para la mujer en el deporte no estaba siquiera en la agenda de debate.
Otro momento destacado en su trayectoria acontece en el Campeonato Entrerriano de Selecciones de 1979, el cual se llevó a cabo en Basavilbaso. Allí se consagró campeón el conjunto de Gualeguaychú que en la final venció al equipo local. Pero minutos antes del partido decisivo se realizó un sentido homenaje a la eterna Yolanda Ventos, quien decidía cerrar su exitosa carrera de 25 años junto al seleccionado uruguayense. Todo el estadio del Centro Israelita ovacionó a «Yoli», quién visiblemente emocionada agradeció la enorme muestra de cariño.
Poco tiempo después, en septiembre de 1979, se celebró en la ciudad de San Juan el torneo clasificatorio al Campeonato Argentino de Mayores que se llevaría a cabo en noviembre en Santa Fe. Este fue el debut de Ventos como entrenadora del representativo provincial, algo que se repetiría en varios torneos y en diferentes categorías.
Ya por entonces transitaba otra etapa de su vida, por que había nacido Mariana, su hija junto al reconocido profesor Hugo Mario La Nasa, aquel que había sido su entrenador cuando era adolescente y con quien la vida los había juntado años mas tarde. En esta época ya desarrollaba sus actividades en el club Almafuerte, donde su vinculo con el deporte siguió vigente, como entrenadora y jugadora primero, para luego transformarse en una referente nacional del maxibasquet, disputando incontable cantidad de torneos a lo largo y ancho del país. Esto le permitió volver a vestir su tan amada camiseta del seleccionado provincial desde la primera edición del Campeonato Argentino de Maxibasquet.
En 1997 pudo darse un gran gusto como entrenadora, porque con la selección entrerriana de cadetes se consagró en el Campeonato Argentino disputado en Gualeguaychú, y contando en el plantel con Gisela Vega como figura, pero con la presencia de su hija Mariana, lo que seguramente le dio un significado especial a esa consagración.
Incansable como siempre, hoy sigue activa y llena de vida y pasión por el deporte, incluso este año participó en Paraná del Campeonato Panamericano de Maxibásquet, donde volvió a mostrar su vigencia y se consagró campeona en la categoría +75. Mientras tanto se prepara para participar del XVIII Campeonato Argentino de Maxibasquet que se llevará a cabo del 17 al 23 de julio en Salta.
Ella sigue en movimiento, su vida no tiene descanso con las clases de pilates, criquet, las practicas de newcom y obviamente, el gran amor de su vida: el basquetbol. Por esa energía que contagia, gracias «Yoli», leyenda absoluta del basquetbol entrerriano.
Agradecimientos: Emmanuel Bolli, Manuela Ventos, Mariana La Nasa y Yolanda Ventos.