A partir de la cancelación de la temporada los diferentes protagonistas del básquetbol se han encontrado en una realidad que golpea cada vez con mayor fuerza. Los árbitros no escapan ha esta coyuntura y cada vez son más los que sufren por la falta de actividad. En este informe analizamos como atraviesan esta delicada situación generada por la pandemia.
Los árbitros consultados reconocen que la entrada de dinero por dirigir partidos era una porción muy importante para sus ingresos mensuales, más allá de las actividades ajenas al referato a las que se dediquen. Esta pandemia dejó en evidencia que paradójicamente quienes dirigen Liga Nacional o Liga Argentina, al dedicarse casi exclusivamente a la actividad arbitral por el formato de competencia con viajes constantes, son los que han sido golpeados al extremo, ya que en estos momentos si no tienen alguna actividad que le permita sustentarse, no tienen ningún tipo de ingreso o ayuda por parte de ninguna entidad relacionada al básquetbol (Confederación, Federación, Asociación o Sindicato). Un desamparo que preocupa a varios de los que dedican su vida a una actividad afectada desde hace tiempo por un conflicto que a lo largo del tiempo tiene varias aristas.
Para entender la difícil situación por la que atraviesan los árbitros de básquetbol hay que recordar que si no dirigen no cobran. Por lo cual ante la incertidumbre del regreso, y sabiendo que habrá al menos 20/30 días para los entrenamientos de los clubes, los últimos en poder cobrar algún peso serán los árbitros. Esta coyuntura abre un interrogante que algunos árbitros analizan como un escenario posible: muchos que tenían dedicación exclusiva al arbitraje no volverán a dirigir, porque muchos ya piensan si la actividad les sirve o no a futuro. Muchos han tenido que recurrir a préstamos, a gastar sus ahorros, y muchos también se han tenido que reconvertir, un término muy utilizado por estos días para aquellos que buscan un ingreso para los bolsillos afectados.
Para entender como es la problemática de los árbitros hay que remontarse varios años atrás, ya que el actual convenio colectivo de trabajo fue firmado en septiembre de 2008 entre la Asociación de Clubes, por entonces presidida por Eduardo Bazzi, y por el SAADRA (Sindicato Argentino de Árbitros). A pesar de ser uno de los pilares de la industria del básquet los árbitros son monotributistas y cobran solo cuando dirigen partidos, algo que siempre ha generado controversia sobre si en realidad existe o no una relación de dependencia con la entidad que organiza la Liga Nacional y la Liga Argentina. La negociación realizada en ese momento con el SADRA de Guillermo Marconi fue necesaria para darle marco regulatorio a la actividad arbitral. Y la aparición de este gremio con presencia principalmente en el ámbito del fútbol se debió a que los árbitros de básquetbol por entonces no estaban nucleados, y fue así que a partir de esta situación surgió la creación de SArCoTeBA (Sindicato de Árbitros y Comisionados Técnicos de Básquetbol de la Argentina). Si bien hace aproximadamente tres años pudieron lograr la personería gremial, aún no han podido lograr la firma de un convenio colectivo con la Asociación de Clubes que mejore las condiciones de los árbitros y comisionados técnicos del país. De hecho la última temporada se inicio sin la firma del acuerdo por los aranceles que se arreglaba antes del inicio de la competencia.
A pesar de este problemática de larga data, la nueva dirigencia de la CABB y de la AdC se encuentra en estos momentos negociando y trabajando en un convenio con SArCoTeBA que podría ser un paso importante para los árbitros y comisionados. Algo que también podría servir a la CABB para anunciarlo como un logro de esta gestión antes de llevar adelante la tan polémica Reforma del Estatuto de CABB. Sin dudas hoy ha quedado en evidencia que es una cuestión primordial para los árbitros tener un salario mínimo que les permita una entrada asegurada en determinadas situaciones excepcionales, algo que tuvo una solución temporaria con el seguro personal para los árbitros. Pero lo innegable es que hoy no tienen ingresos por la pandemia, pero en otras circunstancias pueden ser lesiones o paro de jugadores, y por lo tanto debe darse un paso firme en esta cuestión. Es claro que esta pandemia dejó en evidencia la precariedad y el desamparo que sufren los árbitros, quienes si no dirigen, no cobran.
Click aqui para ver el Convenio Colectivo de Trabajo vigente entre SADRA y AdC.