La semana pasada una nota en Clarín del periodista Mauricio Codocea titulada La Liga Nacional de básquetbol volvió a la cancha en una “burbuja” con pinchazos a reparar, abrió el debate sobre que tan protegida era la “burbuja” de la Liga Nacional en Capital Federal. Allí planteó la presencia de serias fallas para prevenir los contagios de Covid tanto en los dos hoteles donde se alojan las delegaciones como en los estadios donde se realiza la competencia.
Foto: Prensa Olimpico 
Foto: Prensa Peñarol 
Foto: Prensa Quimsa 
Foto: Prensa Obras
Entre los problemas detallados se menciona desde la ausencia de cubertería individual hasta falta de control para evitar que distintas delegaciones ocupen espacios comunes como el comedor. También evidenció fallas en los traslados, ya que un mismo micro sin sanitizar muchas veces era utilizado por varios equipos. Sin dejar de mencionar salidas de jugadores de los hoteles para hacer compras o a comer. En definitiva detalló fallas tanto individuales como organizativas, por lo tanto esa nota pareció encender las alarmas que las cosas en la “burbuja” no estaban siendo tan perfectas como manifestaban varios de los organizadores.
El primer caso que se conoció en la “burbuja” fue el del jugador Octavio Sarmiento de Atenas, quien fue positivo en Covid en el test realizado al ingresar al hotel el 2 de noviembre.
Con el paso de los días muchos periodistas y jugadores manifestaban que si bien existían controles, sucedían muchas situaciones irregulares que hacían prever que el desenlace podía ser una serie de contagios masivos.
A partir del caso de Diego Romero, informado el día miércoles 11 de noviembre, comenzaron a conocerse más casos y a partir de allí la debacle y el papelón.
El viernes 13 la noticia del caso positivo de Fabián Ramirez Barrios de Quimsa dejó en evidencia que lo peor podía ocurrir y ocurrió. El sábado 14 se conocieron los casos masivos en Argentino de Junín (8) y Gimnasia de Comodoro (9), los cuales podrían estar emparentados, ya que ambos se enfrentaron seis días antes de conocerse el caso de Romero. Luego surgieron casos en Bahia Basket, que también enfrentó a Gimnasia el día antes de conocerse la situación del primer caso positivo en el equipo comodorense.
Todas estas situaciones hicieron que salieran con duras críticas varios protagonistas, entre ellos el escolta de Boca Juniors Adrián Boccia quien en declaraciones a Uno contra Uno de TyC Sports afirmó «Esto nunca fue una burbuja».
El utilero de Argentino de Junin, Nicolás De Cunto, fue contundente en su cuenta de Facebook «Esto nunca fue una burbuja y está todo atado con alambre y van arreglando cosas en el momento, ojalá que todos los equipos estén bien de salud y si les agarra el virus que le sea lo más leve posible!». Y fue por más y agregó «Cuando hay plata de por medio y no importa la salud de las personas te das cuenta la clase de gente que hay detrás de todo este circo y todo este negociado! Fuerza Argentino!».
Como seguirá todo es una verdadera incógnita, ya que por el momento le dieron por perdido a Argentino y a Gimnasia los partidos correspondientes al sábado 14 ante Platense y Ferro Carril Oeste respectivamente (tal como lo estipulaba el reglamento) mientras que la jornada del domingo 15 fue postergada.
La última noticia fue la disolución de la burbuja Sur que se ubicaba en el Hotel Ramada de Vicente López. Al haber más de veinte contagiados abandonaron las instalaciones siete delegaciones, permaneciendo allí únicamente los equipos con casos positivos (Argentino de Junín, Gimnasia de Comodoro Rivadavia y Bahía Basket). Y esto abrió otra situación cuanto menos extraña, ya que mientras algunos clubes fueron alojados en otros hoteles (Boca, Hispano Americano y Peñarol en el Hotel Regente y San Lorenzo en el Scala), otros equipos tendrán a sus integrantes en sus respectivos domicilios (Obras y Platense). Mientras que Ferro Carril Oeste aún no ha decidido que ocurrirá con su equipo. Por el momento las delegaciones de la Conferencia Norte permanecerán en el Howard Johnson.
¿Cambiará algo a partir de todas estas cuestiones? ¿Podrá la dirigencia de la AdC ajustar controles y ser implacable con aquellos que transgredan medidas de prevención y/o sanitarias? Por el bien del básquet estas repuestas deberían tener respuestas positivas, sino el papelón es el punto final.
